Osciladores

Al estudiar los amplificadores citábamos un circuito electrónico básico en el que, de alguna manera, había una transformación de las señales. Pero en el caso de los osciladores nos encontramos ante un dispositivo que es productor de señales. De este tipo son además los multivibradores y los convertidores.

Se puede imaginar un oscilador como un amplificador que se suministra a sí mismo su propia señal de entrada; es decir, en el que parte de la señal de salida se deriva a la entrada, efectúandose un circuito de autoalimentación hasta alcanzar un punto de saturación máxima en la cual se invierte el proceso hasta llegar asu vez a la anulación de la corriente, y recomenzar de nuevo hasta la saturación, volviendo nuevamente a la anulación y así sucesivamente. Es entonces, un efecto verdaderamente oscilante.

Oscilador

Esquema simple de un oscilador realizado a base de un transistor (T). R, resistencias. I interruptor. Ap, arrollamiento primario. As arrollamiento secundario del transformador. Un sencillo oscilador de este tipo puede servirnos para conseguir desplazar de face a una señal eléctrica alterna en un orden de 180 grados.

Como puede verse, el transistor (T), de tipo PNP, tiene el colector conectado en el arrollamiento primario del transformador de modo que al cerrar el interruptor(I) la corriente empieza a circular desde emisor-colector y primario. La corriente que pasa por éste se induce en el secundario, la cual se suma a la tensión de la base del transistor por lo que éste se hace más pasante (existe aquí una evidente labor de amplificación) de modo que el paso de la corriente por el circuito emisor-colector-primario aumenta. De nuevo se induce, como consecuencia de ello, más corriente en el secundario del transformador con lo que la base resulta más conductora y aumenta a su vez la corriente emisor-colector-primario, lo que aumenta la corriente inducida en el secundario, etc. Esta situación finaliza cuando la corriente que circula por el primario es la máxima admisible, en cuyo caso se estabiliza y no se produce ya inducción puesto que no hay variación de flujo en el transformador. Este es precisamente el momento en que la base del transistor deja de recibir tensión de control, de modo que se produce el fenómeno a la inversa porque al decender el valor de la corriente en el primario, la corriente que se induce en el secundario como consecuencia de la pérdida paulatina de valor de la tensión se hace en el secundario con un signo contrario a la tensión inicial, con lo cual el transistor se bloquea y el primario se queda sin tensión. Llegado este momento no pasa corriente por el primatio y el secundario no recibe inducción, por lo que la base vuelve a quedar en condiciones de recomenzar el ciclo.

El ritmo de la frecuencia en que se producen las oscilaciones se mide en hercios (ciclos u oscilaciones por segundo) y depende de la construcción y diseño del transformador, y pueden ir desde varios centenares a varios miles de hercios por segundo, según el número de espiras, el material con el que se ha construido los núcleos (hierro, ferrita), etc.